Wednesday, December 05, 2007

Besos

[por Iosi Havilio, para Confesionario]

A los trece años me agarró la costumbre de darle besos a una botella de criadores antes de ir a la cama. Besos al pico enroscado, besos de lengua, profundos, y ahora que lo pienso, más cerca del sexo oral que de los besos de boca. En la oscuridad de mi cuarto, con los ruidos de la avenida corriendo cuatro pisos abajo, se había convertido en un rito íntimo, casi una cábala. Incluso a veces, que ya me había acostado, la garganta me ponía en alerta negándome el sueño porque no había corrido ese trago de whisky caliente que la dejaba ardiendo por un rato. Entonces me levantaba, daba los tres pasos que me separaban del baúl verde, corría las frazadas, descartaba la enorme caja del tren eléctrico brasilero, y a ciegas, reptando con la mano por la pared del baúl, atrapaba por el cuello la botella de criadores que me esperaba siempre fiel. Le daba unos chupones, de pie, y quedaba entonado para esas primeras pajas torpes.

En casa no se tomaba alcohol, mamá tomaba otras cosas, más contundentes, por eso, cuando alguien venía a comer o algo, se traía una botella, casi siempre de vino blanco. La que no se despegaba nunca de su vaso de whisky era María Ester, una pintora amiga de mamá que se traía su propia botella y al irse la dejaba en la vitrina de un aparador del comedor, para la próxima. No sé mucho cómo, pero de tanto pasar, de tanto ver ese envase retacón con su líquido dorado, cada vez que entraba o salía de mi cuarto, un día me la apropié. Eso fue lo primero que hice, apropiármela, y esconderla en la baúl verde, que ya funcionaba como mi cofre vicioso, porque ahí también guardaba, en un pequeño bolso azul acolchado, de club, mi modestísima colección de revistas quasi porno, revistas con mucho relato y pocas fotos, revistas de bolsillo que por eso mismo, por su tamaño, por su sobriedad, me había animado a comprar.

El asunto es que a la botella de criadores, con sus toros tricolor, y su marco dorado, yo le daba besos. Había escuchado por ahí eso de darle besos a una botella, y como últimamente los besos se me habían vuelto una obsesión, practicaba por todas partes. Mucho en el espejo del ascensor, besos magníficos que duraban los cuatro pisos y que quedaban estampados como la marca de una aguaviva. A veces incluso, volviendo de esas primeras fiestas, con las hormonas alteradas, paseaba con el ascensor de una punta a la otra del edificio, dos o tres veces, para prolongar esa ejercicio narcisista que me proveía de los besos que no había dado ni se me había ocurrido pedir. Una vez, imborrable, la vieja del tercero llamó el ascensor mientras yo le quitaba el aire al espejo y claro, ni me enteré cuando abrió la puerta. Tuve que decir algo, o poner alguna cara que nos incomodó mucho a mí y a mi reflejo porque hasta hoy puedo ver y sentir el temblor de brazos y piernas que me acompañó durante ese interminable viaje hasta la planta baja.

El primer beso lo había dado unos meses atrás durante un campamento al Palmar.

Al menos eso fue lo que se dijo. Pero la verdad es que en la oscuridad de la carpa, entre premios y prendas, enredado en esa multitud de cuerpos embolsados, yo el beso nunca lo sentí. Lo cierto es que al otro día, Maki, la chica del beso, no me quería hablar. Decía por ahí que me había re-zarpado.

Un par de años más tarde tuve mi primera novia y empecé con los besos en serio. Una primera novia que duró dos días, más o menos igual al tiempo que duraron los besos, descontando las pocas horas de sueño, las comidas, y los dos brevísimos diálogos que mantuvimos para iniciar y para romper nuestra relación, para salir y para cortar. Esos fueron besos indelebles, narcóticos, casi quirúrgicos, besos record, inagotables, que suspendíamos sólo por alguna urgencia, cuando tocaban el timbre, nos ensalivamos demasiado, se producía el efecto sopapa que nos desconcentraba haciéndonos reír, o nos hacía ruido la panza. Aquellos besos, misteriosamente, tuvieron gusto a yema de huevo, un gusto intenso, embriagante, que nunca pude revivir.

Pero los besos a la botella de criadores no terminaron tan bien. Un viernes cerca de fin de año mi hermana invitó a una compañera del colegio. Una chica alta y rubia, una chica con pecas, que no era nada del otro mundo, pero era un chica. Mamá había salido y estábamos los tres solos. A pesar de ser menor que yo en general mi hermana no me habría mucho su mundo, sobre todo cuando invitaba amigas, se encerraba en su cuarto, y yo tenía que conformarme con merodear. Yo era flaquito, con muchos rulos, y tocaba el piano, un nene medio antiguo. Pero esa noche, en algún momento que salieron del cuarto, algo se iluminó en mi cabeza y pensé en la botella de criadores. Era mi oportunidad. Así que rescaté a mi compañera del baúl, y salí a pasear por la casa con la botella en la mano. Y el alcohol, esa carnada sin competencia, hizo lo que yo todavía no sabía. Las impresionó. Entonces nos instalamos en el living con tres vasos de trago largo a tomar whisky con hielo, mi hermana, la amiga y yo. Yo servía, yo administraba, yo era el amo. Y por supuesto yo era el que más tomaba, esa era mi virtud. Tomaba con naturalidad, muy seguro de mi mismo, creyendo que ese par de meses que había durado mi hábito alcohólico me habían preparado para la situación. Después, muy rápido, las cosas entraron en una zona turbia, desafortunada. Las chicas apenas probaron el whisky, se mojaron los labios. En cambio yo, que para eso estaba, poniendo en juego mi escasa hombría, habré tomado tres o cuatro vasos, suficientes para voltearme. La botella de criadores, igual a un cacique indio, me enjuiciaba desde lo alto del techo del televisor, un grundig gigante con marco de madera falsa. Y enjuiciándome, no entendía cómo tan de golpe había pasado de los besos a la borrasca. Tocando la medianoche, me fui dejando atrapar, sin registro, por la borrachera, esa medusa hipnótica y cruel, ávida de disciplinar a pendejos vanidosos. Y por supuesto, antes, mucho antes de lo planeado, me quedé solo, sin aviso, solo en el sillón de cuero adhiriéndose a mis piernas transpiradas, solo y burlado, con los primeros síntomas del mareo y el final de la transmisión aullando en la tele. Me fui embroncando, maldiciendo a esas dos conchudas, enojándome con mi debilidad, y claro, manoteé la botella y me seguí sirviendo whisky cada vez más caliente. Mi hermana y su amiga se habían encerrado en el cuarto y me llegaba, amortiguado por puertas y paredes, ese tema de Inxs que no paraba de sonar:

Hey now I'm gonna take a new sensation
A new sensation

Are you ready for a new sensation?



Pensé dos veces en deshacerme de las pruebas, esconder la botella en el baúl, llevar los vasos a la cocina, pero ya no tenía fuerzas. Un minuto antes de sucumbir no reconocí más nada y en el mismo segundo que me ovillé en el sillón me quedé dormido con las luces prendidas. Esa noche, o parte de esa noche, hasta que empezaron los dolores, soñé con el monstruo de espuma blanca de los cazafantasmas, ese muñeco leproso del que se desprendían imposibles pedazos de merengue a medida que avanzaba por las calles.

Lo que siguió lo tuve que reconstruir a partir de las evidencias. Esta claro que en algún momento me creció una bomba de tiempo en medio de la panza. Una bomba que nunca explotó y que fui desactivando con una serie de vómitos al pie del sillón. Dos o tres vómitos sólidos, y muchos, incontables, vómitos biliarios. Mamá tuvo que llegar y encontrándome en el sillón con mi mascota estomacal, los vasos con fondito ocre, y la botella arriba del grundig, ni se me acercó, ni me despertó, ni nada, pero tomó una decisión que me iba a anunciar unas horas más tarde.

El despertar, los despertares, fueron anticipados por múltiples visiones taladradas que iban, a pesar de mí, revelándome los hechos, un caos acompasado por una jaqueca que no cabía en mi cabeza. Me senté en el sillón, las piernas flacas, temblorosas, los pelitos erizados, tan débil, tan chiquito, tan triste. Desperté en calzoncillos, es decir, alguien, mamá, o el fantasma de las burbujas blancas, me había sacado el pantalón lo que me disminuía todavía más. Y esta sensación corporal, insólita, tan distinta a las fiebres, a otros dolores de panza, tan distinta a todo a lo conocido, me colocaba en una dimensión nueva. La dimensión del sinfín, la amenaza de la resaca eterna.

Desde su cuarto, adivinándome despierto, mamá ordenó que me preparara porque papá nos pasaba a buscar en un rato. El programa no sonaba bien. Adónde vamos, no pregunté. Pero no tardé en enterarme que el destino era el psicólogo. Sí, me llevaban al psicólogo, un sábado por la mañana, de urgencia, cuando en realidad yo necesitaba un lavaje de estómago. Pero no me opuse, no tenía cómo, si abría la boca volvían las arcadas.

Afuera, en la calle, el calor, las bocinas, toda esa gente con bolsas, la luz tremenda de la mañana, terminaron de hundirme. El viaje en auto fue un suplicio, sufriendo una náusea continua que crecía con cada frenada, cada bache, cada semáforo, un viaje mudo, perpetuo. Se ve que el psicólogo, que en realidad era una psicóloga, ya estaba al tanto del episodio porque me hizo pasar sin sorprenderse, ni pedir explicaciones por esta sesión extraordinaria. Era una mujer bonachona que había aprendido a querer, a pesar de mi resistencia inicial. Iba al psicólogo desde hacía un tiempo. Iba al psicólogo, como también iba a piano, y como otros chicos iban a taekwondo. Y yo, al psicólogo, lo llamaba psicoloco. Ahí tenía mi caja forrada con fotos de autos de carrera donde guardaba mis cosas, mis crayones, mi bloc de dibujo, una flauta dulce con olor a podrido, bolitas de vidrio, un atado de boletas de las últimas elecciones, un álbum casi completo con los equipos del mundial de Méjico, y una pelota de goma color ladrillo y franjas blancas de esas que ahora vuelven a verse en las plazas.

En la media hora de sesión habremos cruzado cuatro o cinco palabras, monosílabas, y por primera vez el silencio metódico de la analista me resultó un bálsamo. Permanecí todo el rato abrazado a la pelota de goma que presionando sobre mi abdomen lograba aliviar los picos de dolor. Papá y mamá se habrán pasado discutiendo del otro de la puerta los pasos a seguir para corregir la vida de este preadolescente alcohólico.

Volví a casa y la puerta se cerró detrás de mí como los barrotes de una celda. Mamá ni entró, de mi hermana y su amiga no quedaban rastros. Era mi castigo, un sábado de encierro doblado de dolor, con la obligación tácita de desinfectar el living de los restos de mi borrachera. Ahí seguía, inmutable, igual a un cachorro fiel y mojado, mi primer vómito etílico. Pero no tuve fuerzas, ni ánimo para limpiarlo enseguida, era más fuerte que yo. Todo lo que pude hacer antes de ir bañarme, fue levantar los vasos y la botella de criadores. En la cocina, puse el whisky lo más lejos posible de mi vista, la sola visión de esa etiqueta con los toros enojados me aterraba. Abrí la canilla y estuve a punto de lavar los vasos con la esperanza de suprimir ese olor dulzón y pesado que cargaba todo el ambiente.

Pero sucedió algo, algo más, una última cosa que me desarmó entero, algo que me arrojó al otro lado, al mundo de la desolación. Alguien, yo mismo, había apilado los vasos, y la mezcla de alcohol y calor los había pegado, sellándolos a fuego, como bebes siameses nacidos con un mismo brazo derecho, o un perro y una perra trabados en la cópula, imposibles de desunir. Ni el agua, ni la fuerza, ni nada, pudo en ese momento desprender la boca de un vaso del culo del otro, y eso sí me hizo estremecer como nunca, provocándome un escalofrío largo que creció hasta las lágrimas. Resistí un poco pero rápido me dejé vencer por la contundencia de la deformidad, abandoné los vasos sobre la mesada, y huí de la cocina refugiándome en la bañadera vacía con un pensamiento único, indisoluble, que me vuelve cada tanto, cuando menos lo espero.

Alguien, alguna vez, tiene que separar esos vasos. Aunque haya que romperlos.

Wednesday, November 14, 2007

Barrios de puño y letra

Thursday, November 08, 2007

Pinta tu aldea

Por Carolina Sborovsky

¿Cómo narrar la ciudad propia, el barrio, el universo de la cuadra? ¿Cómo volver a mirar el paisaje de los recorridos cotidianos?, ¿qué vuelve propio, íntimo -en definitiva: literario- a las anécdotas que se suceden sobre las desgastadas veredas de todos los días cuando la ciudad, el barrio, el universo de la cuadra muta hasta volverse irreconocible? Dos antologías de reciente aparición proponen mapas narrativos: en Diagonal Sur (Edhasa) cinco de los mejores escritores latinoamericanos cuentan su relación con su ciudad, mientras que en Buenos Aires escala 1:1 (Entropía) “la joven guardia” de nuevos narradores prueba su oficio mediante una travesía de 25 relatos sobre distintos barrios porteños.

Entre el amor y el espanto: Diagonal Sur.

Ciudad monstruo, ciudad volcán de deseos, ciudad sitiada por la hostilidad de vicarios y matarifes por nada, ciudad convertida en brillante fetiche a través de los ojos de quien vuelve desde lejos a mirarla. Así describen su propia ciudad y la relación íntima que con ella guardan Juan Villoro, Alan Pauls, Patricia Melo, Marcelo Cohen y Pedro Lemebel. Varias décadas más tarde de aquella citadísima declaración de Borges según la cual era el espanto -y no el amor- lo que lo ataba tan profundamente a Buenos Aires, cinco brillantes voces de la narrativa actual exploran y despliegan un amplio repertorio de sentimientos posibles entre esos polos. Y, si bien la perplejidad ante la ciudad que de tan diversa se volvió inabarcable es el sentimiento que recorre con más fuerza a todos los relatos, la diversidad y la vocación por el experimento de cada escritor vuelve esta antología una experiencia en sí misma.

Juan Villoro persigue el vértigo horizontal del Distrito Federal de México y su posapocalíptica belleza: el narrador, perdido en uno de los tantos barrios desconocidos, repite cual mantra “¿por qué carajo vivimos acá?”. Otro es el camino de Marcelo Cohen. Su deslumbrante relato celebra la vivacidad del barrio del Once, populoso mercado de la baratija a cielo abierto, entre lo mersa de sus carteles de lencería al por mayor, la festividad de comederos peruanos, el bullicio de todos los dialectos que allí se gritan superpuesto al de las disquerías y la solemne liturgia de un shabat. Lo sorprendente de Cohen – digámoslo: uno de los mejores escritores porteños de su generación junto a Pauls, también antologado, y a Jarkowski- es su pericia para encontrar allí donde pareciera que nada nuevo hay par decir un relato agudo y mordaz: “Algo hay que hacer con la excitación sobreinducida y atascada, ¿no? En el modelo actual que predomina, una vida es una larga rutina jalonada de orgías; la consigna del Once es: “Miniorgías para todos ¡ahora!”.

Por su parte, la única escritora de la selección, Patricia Melo, revela su fórmula secreta para novelar la violencia incontenible de San Pablo y Río de Janeiro, su encuentro con matadores a sueldo para escribir sus célebres policiales negros (o non fictions); Alan Pauls, otra vez, nos recuerda cómo lo habitual puede volverse monstruoso, por ejemplo, en una esquina del barrio de Caballito en un delicioso diario clínico muy “pauls”; Pedro Lemebel deambula por los suburbios del gay town de Santiago de Chile: el asfalto, puro fuego; los reductos under, una masa de deseos entreverados, a la vez que no se priva de explotar comparaciones y chicanas entre porteños y transandinos.

Un gran mérito de esta selección es tener en cuenta que quien decide comprar una antología busca un panorama diverso y de calidad sobre la producción actual. Esta cuidada selección a cargo de Graciela Speranza y Matilde Sánchez, editada como secuela del Segundo Encuentro de Pensamiento Urbano en Buenos Aires en un simpático diseño pocket, ofrece un puñado de voces potentes y heterogéneas.

En el prólogo que abre el libro las escritoras opinan que: “Pensamiento, arte y ciudad se vuelven indiscernibles en el siglo XX. Pero el idilio más o menos esperanzado con la ciudad se volvió puro espanto. En todas las metrópolis y también en Buenos Aires las diferencias sociales recrudecen los enfrentamientos y desalientan el contacto. Aún así no hay más allá de las ciudades”. No todo es desconsuelo, sin embargo, ya que “mientras buena parte de la política se encierra en un pragmatismo obstinado, el arte hace las preguntas más impertinentes. La literatura puede anticipar direcciones de la vida urbana aún impensadas”. Tendremos que agudizar, entonces, el ingenio; forzar la imaginación para recrear nuestros gastados espacios diarios.

Barriales
Desde hace un tiempo, la nueva generación de narradores denominados por la primera antología que los reunió como “la Joven Guardia” viene demostrando que la ficción porteña se renueva con auspiciosa vitalidad. A partir del suceso de esa primera selección, siguieron varias otras como la femenina Una terraza propia (Norma), la picante En Celo, sobre sexo, editada por Mondadori que acaba de sacar In Fraganti, a partir de resonados casos policiales argentinos. La consigna de Escala 1:1 (Entropía), esta vez, fue contar los barrios de Buenos Aires. Aquí la “Joven Guardia”, ya ampliada, dibuja un mapa literario, una travesía de veinticinco relatos alejados de cualquier guía turística. Fijados con la precisión del cronista atento, cada uno es una muestra de fidelidad a las calles tantas veces recorridas donde conviven la capacidad de observación, la sensibilidad para el ritmo y el desenfado para contar.

Entre toda la paleta, algunos textos son verdaderos hallazgos, como “Eleven”, de Natalia Moret, quien elude tics de chica sexualmente liberada y da una ingeniosa vuelta de tuerca a ese clisé; “Animetal”, el genial cuento en el que Leo Oyola crea un potente voz lumpen (e incluso la parodia) en una helada noche en el Bajo Flores; “Capacidad de adaptación”, un agudísimo micro- memoir de Sonia Budassi; “Autocine” del también actor Mariano Pensotti y “En la santería”, la filosa excursión a la sordidez barrial de Hernán Vanoli. La primera persona y las anécdotas casi mínimas en la mayoría de los relatos da a esta antología un tono bastante íntimo, en algunos casos nostálgico o de reflexión en voz alta que, junto con el estilo llano, directo y el leve cinismo para tratar ciertos temas caracterizan a esta nueva generación. Quizás otros relatos, menos afortunados, vuelvan algo despareja la calidad total de la colección, o de a momentos algunos (pocos) la vuelvan monocorde; sin embargo esa heterogeneidad, creemos, puede ser tomada como parte de la consigna y el riesgo de la antología.

La Buenos Aires que se dibuja es contradictoria, festiva, cruel y bestial. Heterogénea y fascinante, cada relato arma figuras caprichosas en el vertiginoso calidoscopio de nuestra urbe. Como advierte el escritor y compilador Juan Terranova: “Buenos Aires incluye tanques de agua teñidos de óxido, terrazas llenas de macetas, calles bien y mal iluminadas, parques reciclados, avenidas y edificios, personajes excéntricos y para cada uno de sus habitantes, la poética del recorrido privado. Además, sus aldeas, a las que llamamos barrios, generan sus historias y sus formas de desprecio y seducción”.

Thursday, October 04, 2007

El placer no es una variable

La época de la abulia existencial tiene diversos epígonos y ha encontrado en cierta literatura de nuestros días, una encarnación proliferante.

Puede pensarse una trama que entrelaza la estética del Nuevo Cine Argentino con la de algunos de los escritores nóveles que empiezan a ver la luz de la existencia por mano de algunas editoriales que están apostando a esta literatura fresca.

En ese sentido, la Editorial Entropía lleva la delantera en cuanto a preciosas publicaciones de interesantes nuevas promesas del campo literario y de la estética de existencias abúlicas.

La editorial pareciera estar encarando la edición de sus libros siguiendo la regla del “secreto del éxito” de toda pequeña editorial: publicar para determinada pequeña porción de mercado que las grandes editoriales descuidan. Lo que se llama “el nicho editorial”.

Entropía por su parte, pareciera haber encontrado su nicho en lo que podría llamarse “la efervescencia de Puán”: la construcción de lo cool y lo integrado que es ser de Letras en este momento o ser del palo de Letras (basta recorrer los centenares de blogs e intervenciones en blogs de satélites de la carrera, los encuentros de estudiantes de letras, los ciclos de lecturas de narrativa y poesía que se expanden por cuanto antro haya en la ciudad, la importancia de las nuevas revistas literarias de Letras y las intervenciones mediáticas de gente de letras que adquirió, con el Caso DiNucci del verano 2007 su momento de mayor exposición).

“El mundo como supermercado” es el inteligente título (no así tanto el libro) que le puso Michel Houellebecq a una colección suya de artículos de revistas. En momentos en que es clara la forma en que los ciudadanos somos tratados como consumidores a los que se nos intenta vender cualquier cosa como se intentaría vender jabón en polvo, también hay una literatura que puede ser de consumo masivo pero que al mismo tiempo, está contaminada de guiños formales, estructurales y de contenido que harían sonreír de satisfacción a cualquier estudiante que haya aprobado Teoría y Análisis Literario I.

“¿Vos me querés a mí?”, primera novela de Romina Paula se inserta en ese preciso espacio.

La novela toca varios tópicos de la insatisfacción juvenil y en su apuesta por una retórica ampulosa y vacía, desarrolla su problemática: la duda.

Enunciada desde el título, la duda es duda de todo: los valores familiares, el amor, la verdad, la sexualidad, las fantasías, la normalidad, la muerte y el psicoanálisis.

Intercalando un capítulo de diálogo y un capítulo de reflexión introspectiva en forma de monólogo interno, la novela narra algunas situaciones en la vida de Inesia, joven presumiblemente de veintipico, que abandonó una carrera (presumiblemente alguna que se dicte en Puán) para dedicarse al Teatro, que tiene una abuela sobreviviente de un cáncer de mama (cuyo cuerpo no salió indemne) y otra internada en un geriátrico, que está empezando a salir con un pibe pero duda de poder sostener la relación y que, en el fondo intenta lidiar con su duda más profunda: su orientación sexual.

En ese intercambio de capítulos que alternan en dos registros estructurales (diálogo-monólogo interno) también se produce un diálogo cuyo marco es la narración en su totalidad.

Diálogo fracturado por una breve narración en primera persona que se coloca en la mitad del relato aproximadamente y que aporta el único momento de desplazamiento de la acción por medio textual (teniendo en cuenta que el resto de los desplazamientos operan por medio de elipsis y reposición: lo no dicho que el lector repone mediante la materia de los diálogos).

La narración en primera persona es el único momento que no permite la duda aunque se asiente en la subjetividad.

Es objetivo y plantea certezas porque el discurso no se enchastra con las retóricas automáticas de los monólogos internos que terminan conformando una escritura bloguerística (“El punto clave es que no es otra cosa que la riqueza abundancia particularidad del mundo interior, si es que algo como eso existe y no esas palabras, de falsos espasmos y placeres verdaderos, pero no menos efímeros y pelos muchos y largos pelos casatños adheridos a las sábanas junto al olor, mi olor – eso dicen – que yo misma desconozco.” (Paula, p.52)

Los capítulos en forma de diálogo por su parte, se imponen con la potente soberbia de captar a la perfección el habla cotidiana de los jóvenes de clase media en un manejo tan preciso de expresiones y registros que emparenta la escritura de Romina Paula con lo que hizo famoso a J.D. Salinger: transcribir los códigos generacionales adolescentes.

Valga uno de los ejemplos más expecionales (diálogo entre Inesia y Pablo, su chico, acerca del disfrute sexual de ella):

“(Pablo) - Qué locura… no la pasabas muy bien que digamos.

(Inesia) – No, ni en pedo, se ve que el placer no era una variable.

- No.

- Qué bajón.

- Mmmm.

-¿Y ahora?

-¿Ahora qué?

- No, ¿ahora qué onda con eso?

- No sé, bien, no sé… ¿Qué querés que te diga?

- No, no sé, nada, qué onda con eso.

- No se, boludo, ¿qué me preguntás?

- No, nada.

- Que forro.

-¿Por qué?

- No, dejá, no importa, no entendés.

-¿Qué me decís, boluda?


- Ya fue.

-Bueno sí, ya fue…

-…

-¿Me das un beso bonita?” (Paula, 59,60)

Con todo, la narración representa con soltura el estereotipo de pseudointelectual de Puán: con la negación a la francesa (por esa tendencia actual a mutliplicar los modalizadores de negación en la oralidad como quedó demostrado en el fragmento anterior), las referencia directas a la facultad (cuando se compara al Hospital de Clínicas con “estar internado en Puán” (p.70) y sus chicas que recorren el camino de la frigidez en tránsito a la homosexualidad apoyadas en el feminismo mal masticado de Andrea Dworkin: “toda cópula es una violación”.

Así: “Tuve un primer novio con el que cogí y después no quise coger más y estaba como re-loca con el tema, tenía todo un discurso al respecto, como una teoría, pensaba que coger era una violación, porque hay uno que penetra y otro que es penetrado y que el hombre y la mujer estaban en igualdad de condiciones hasta ese momento, en el que el flaco te mete algo hasta acá, ¿entendés?” (Paula, 59).

La cuestión sexual, luego retomada en la llaga interior de la vagina de Inesia producto del sexo heterosexual, la imposibilidad de enamorarse (es decir, la posibilidad de enamorarse con fuerza de un hombre por un breve tiempo y luego desenamorarse sin motivo) configuran el esquema de la duda (la sexualidad) y el carácter de búsqueda e insatisfacciones permanentes del estereotipo Chica-Puán.

Es en ese sentido que la novela delimita y determina todo ese espacio de seres y sus dudas permanentes, donde el placer casi nunca es una variable porque es más cómodo seguir siendo un ser sufriente, un adolescente que añora su infancia asexuada.

La Chica-Puán o Inesia es aquella alternatonta de clase media que se ponía brillantina en el pelo y escuchaba El Otro Yo cuando tenía 15 años.

Sólo que ahora creció y refinó sus gustos (y en eso hay un muy buen trabajo de escritura al referir a productos culturales sofisticados (como el cine alemán) que operan como manifestación de cierto realismo pop cool (en contraste con el Pop Nacional y Popular de la escuela puigiana).

La escritura de la novela es impecable e implacable entonces dando espacio y personalidad a esta subesepecie de jóvenes de clase media que son sus lectores naturales.

En un mundo-supermercado es bueno que haya opciones para todos los tipos de consumidores.

La novela de Romina Paula apunta a aquel tipo de consumidor que contribuye a crear y recrear.

Thursday, August 09, 2007

Presentación de Mockba, de Diego Muzzio

Hace algunas semanas, a partir de los relatos de Mockba, se me ocurría pensar que, a su modo, Muzzio había revitalizado, y por qué no redefinido, aunque con apabullante clasicismo, los términos en que debíamos hablar del género fantástico en la Argentina de estos años. El género fantástico es, se sabe, el género por excelencia, porque trabaja más que ningún otro con la sugestión y con lo ambiguo; y en aquel entonces, cuando me tocó pensar y escribir sobre Mockba –y me disculpo por lo autorreferencial, pero apenas trato de ser coherente-, proponía leer estos relatos en el lenguaje de lo imposible: lo imposible, claro está, entendido como contracara de la medianía, de lo cotidiano, de lo previsible y, mucho más allá, de lo que nos es dado comprender o asimilar. Lo imposible es, también, la muerte, que aquí más que un imán se parece a un secreto, y que como tal debe ser guardado, e incluso negado.

Pero la muerte no sólo es, en este caso, el fin de todo, y sólo a veces es el comienzo de algo. Es más bien un rumor, y al mismo tiempo un meridiano; es el fatum, la fatalidad del destino, sólo que es un destino omnipresente, un destino que asfixia, que lo devora todo, un tatuaje, un mapa sin contornos ni nombres propios. Lo imposible es, en Muzzio, una utopía horrorosa: sus personajes transitan la vida como sombras, como un recuerdo de lo que nunca han sido. De vez en cuando deciden inmolarse: entre la pena y la nada, algunos eligen –fatídicamente- la pena, cuando su única salvación está en no hacerse notar y esperar, con mansedumbre, la muerte. Otros, en cambio, no tienen elección: son muertos vivos, y el horror en ellos es la posibilidad de que los arranquen de esa letanía, que vislumbren cualquier tipo de esperanza.

Hablábamos, minutos atrás, de clasicismo. Es que Muzzio recoge, sin temor y sin efectismos, las tradiciones más sólidas del cuento de fines del siglo XIX y de la primera parte del XX, y se las apropia sin devaluarlas sino, por el contrario, exprimiendo todos sus recursos. Ahí están los ecos kafkianos, y habrá que decir entonces también borgeanos, en El Cementerio Central; ahí también el espíritu de Tolstoi, su desmesurada tristeza, en El correo del zar; ahí la sobriedad, la depurada rispidez narrativa de London o Quiroga dejándose entrever en La soledad de los animales; ahí la intransigencia de Maupassant en El Albino; ahí, en Mockba, la aventura trivial o ridícula, el sueño fallido, la traición, la derrota que es territorio de Onetti y de Roberto Arlt.

Pensando en la totalidad de la obra de Muzzio, ya no sólo en estos relatos, hay que decir que en ellos evidencia una vez más su obsesiva precisión, así como su pulso infrecuente, como si a cada momento intentara encontrar la frase perfecta, sabiendo que no podrá atraparla pero que al menos es capaz de intuirla.

Hablábamos también, minutos atrás, de lo fantástico. No vamos a mentir: la literatura argentina rebosa, en estos años, de buenos o excelentes libros, buenos o excelentes autores. Pero si pudiésemos hacer un reproche en voz alta, un reproche que acaso sea sólo un gesto de egoísmo, estaría relacionado con que en general se sitúan en dos polos: de un lado aquellos que abrazan el realismo, del otro quienes abominan de él. O fuera de los géneros: salvo alguna que otra excepción –Marcelo Cohen, Rodrigo Fresán o Miguel Vitagliano, por citar nombres-, todo es demasiado real, o bien es fantasía pura. Y sin embargo, me permito pensar, les propongo que pensemos juntos, es posible que la mejor literatura pise un terreno más resbaladizo, que se codee en verdad con lo posible, con la duda, con aquello que tal vez esté ocurriendo, o tal vez esté ocurriendo de este modo, y tal vez, incluso, nos alcance.

Los relatos de Muzzio obligan a repensar esos términos, y nos proponen una lectura desconfiada, pero sin duda luminosa, de la realidad. Claro que en esa realidad siempre nos aguarda, al final, la muerte. Y casi nunca hay palabras para explicarla.


José María Brindisi
Julio ´07

Wednesday, August 08, 2007

Talando Árboles

Una discusión sobre la situación de la literatura argentina y la industria editorial

Cuatro jornadas de debate sobre la actualidad de los libros, las editoriales, las librerías, el periodismo cultural, los autores y los lectores. De la crisis a la explosión de las editoriales independientes, de las grandes editoriales a los suplementos culturales.

Durante agosto y septiembre Interzona Editora y Boutique del Libro Palermo Viejo organizan un ciclo de charlas con editores, libreros, periodistas y escritores orientadas a los interesados en los diversos aspectos del libro y su actualidad. Los encuentros se realizarán cada quince días, los días miércoles a las 19 hs en Boutique del Libro Palermo Viejo, Thames 1672.

PROGRAMACIÓN

/ AGOSTO
• Miércoles 15 de agosto, 19 hs
Editoriales grandes y chicas
Editoriales independientes y grupos: ¿Competidoras o complementarias?
¿Qué convierte a una editorial en independiente?
¿Las editoriales más chicas se encasillan?
¿Es el lugar que les dejan o el que eligen?
El rol de los editores. Los autores: ¿cómo eligen dónde publicar?
Relación con los mercados exteriores. Traducciones. Importaciones y exportaciones.
Ediciones pagas, concursos, criterios de selección y exclusión. Políticas editoriales.
Vínculos con librerías, con la academia y con los medios.

Participan:

* Alberto Díaz, editor (Emecé y Seix Barral, Grupo Editorial Planeta)
* Adriana Hidalgo / Fabián Lebenglik, editora (Adriana Hidalgo)
* Valeria Castro, editora (Entropía)
* Juan José Becerra, escritor

Coordina: Gabriela Adamo


• Miércoles 29 de agosto, 19 hs
Libreros y librerías
Lugar de la librería en la “cadena del libro” (escritura, edición, lectura).
¿Cuánto influyen las librerías en general y cada librería en particular en, por un lado, los procesos de edición y reedición y, por el otro, en las elecciones de los lectores?
Importaciones y exportaciones. Desde el lugar del librero, ¿qué se elige tener y qué se elige exponer? ¿Cuál es el margen de acción? Premios, promociones, novedades, reediciones, clásicos, libros de no ficción, best sellers. Feria del libro: del no lector al autor.

Participan:

* Alejandro Pérez Morales, librero (Boutique del Libro)
* Ezequiel Leder Kremer, librero (Librería Hernández)
* Paula Pérez Alonso, editora (Planeta)
* Pablo Avelluto, editor (Sudamericana, Random House Mondadori)

Coordina: Fernando Pérez Morales



/ SEPTIEMBRE
• Miércoles 12 de septiembre, 19 hs
Suplementos y críticas
¿Sirve todavía la crítica literaria? ¿Cómo es la relación entre medios, editoriales y autores? ¿Existe todavía la figura del crítico literario? ¿Es la crítica una instancia de reflexión, o forma parte del proceso de promoción del libro?

Participan:

* Maximiliano Tomas, (editor suplemento Cultura de Perfil)
* Mariano Valerio, (Director revista Los Inrockuptibles)
* Juan Boido, (editor Radar, Página /12)
* Américo Cristófalo, editor (Paradiso)

Coordina: Damián Tabarovsky

• Miércoles 26 de septiembre, 19 hs
Lectores y lecturas
¿Qué es un lector? ¿Cómo se define según las librerías, las editoriales, los autores?
¿Por qué caminos llega al libro? Premios literarios, prensa, televisión.

Participan:

* Silvia Saitta, ensayista
* Fogwill, escritor
* Luis Chitarroni, editor (Sudamericana, Random House Mondadori)
* Juan Sasturain, escritor

Coordina: Fernando Pérez Morales & Damián Tabarovsky

Tuesday, August 07, 2007

Declaración internacional de los editores independientes, por la protección y la promoción de la bibliodiversidad

Preámbulo

El papel de los editores independientes, como actores esenciales de la difusión de ideas, de la construcción del ser humano, se encuentra hoy gravemente amenazado en el mundo entero. La bibliodiversidad –la diversidad cultural en relación al libro– corre peligro.

Los editores independientes padecen intensamente los efectos de la globalización económica, que favorece la concentración financiera de este sector, dominado hoy por grandes grupos que poseen los recursos económicos, los medios de comunicación y mecanismos de difusión. La uniformización de los contenidos está en marcha.

La lógica puramente financiera empuja el mundo editorial hacia una mercantilización incompatible con la creación y la difusión de bienes culturales. A pesar de ello el libro debería ser un bien público.

Frente a estas amenazas, nosotros, 75 editores independientes de más de 45 países –entre los cuales hay representantes de colectivos que agrupan en total más de 465 editoriales– reunidos en París, en la Biblioteca Nacional de Francia, del 1º al 4 de julio de 2007 en el Congreso internacional de la edición independiente, reafirmamos nuestra determinación de resistir y actuar unidos.

Compartimos plenamente los principios de la Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales de la Unesco que entró en vigor el 18 de marzo de 2007. Expresamos nuestra voluntad de contribuir activamente para que su aplicación en el sector cultural al que pertenecemos sea una realidad. Consideramos que la Alianza de editores independientes que conformamos es un instrumento legítimo para defender la bibliodiversidad y representar la edición independiente, particularmente frente a organismos internacionales y a Estados comprometidos en aplicar la Convención y en poner en práctica políticas nacionales para el libro y la lectura.


Declaración

Denunciamos en primer lugar y con energía toda forma de censura, sea esta directa, indirecta o fruto de la autocensura. Nos declaramos plenamente solidarios con todos nuestros colegas editores, autores y otros profesionales del libro, que sufren actualmente amenazas, agresiones morales o físicas o privación de libertad, que pone bajo serio riesgo sus actividades y aún sus vidas. Asimismo constatamos el desarrollo de formas de censura menos directas, tanto por vías administrativas (bloqueos en las aduanas, impuestos arbitrarios, etcétera) como por vías jurídicas y financieras, o aquellas que resultan de mecanismos de autocensura. El fenómeno de concentración económica, con una lógica puramente mercantil de la labor editorial y de los medios de comunicación, refuerza de manera directa o indirecta distintas formas de censura, o contribuye a su surgimiento.

Constatamos que las leyes antiterroristas o las llamadas "de seguridad" están restringiendo, desde hace ya algunos años, la libertad de expresión a lo largo del mundo; nos comprometemos a luchar contra esas violaciones.

Estamos particularmente alarmados por la escasa circulación de obras e ideas de una cultura a otra en particular por medio del libro. Constatamos, por ejemplo, que muy pocos libros son traducidos al inglés o al árabe mientras que la mayoría de las traducciones son de obras provenientes del mundo de habla inglesa. Tememos un repliegue de las identidades y la instauración de modo durable de un único pensamiento dominante. Pedimos de manera unánime y firme la creación, urgente, de fondos y ayudas para la traducción destinados a los editores independientes. Pedimos a todos los Estados, a los poderes públicos, a los patrocinadores, que movilicen recursos para facilitar la traducción de obras que permitan nuevas modalidades de relación entre las comunidades humanas y el refuerzo de la ya existentes.

Estamos convencidos que las coediciones son un instrumento útil para el diálogo intercultural –particularmente cuando son el fruto de una acción colectiva, plasmada en acuerdos comerciales solidarios. Nos comprometemos a continuar nuestra reflexión –enriquecida por la práctica– sobre la noción de «libro equitativo».

Nos declaramos en favor de la soberanía de los Estados en materia de políticas culturales, políticas que no deben de ningún modo menoscabar la libertad de expresión o violar los derechos humanos. Debe respetarse y aplicarse el derecho soberano a establecer políticas y leyes en favor del libro y para proteger y promocionar las industrias culturales independientes, derecho que nos comprometemos a defender. Dichas políticas deberían, por ejemplo, promover leyes de precio único para el libro, incentivos fiscales, desarrollo de bibliotecas públicas, protección y promoción de las librerías independientes, compras estatales de libros producidos localmente, tarifas nacionales preferenciales para el transporte de libros.

El libro y la edición forman parte de una herencia cultural local pero también universal, la difusión de las obras debe realizarse de modo prioritario –más aun cuando los niveles de desarrollo son desiguales– por medio de la coedición solidaria y la cesión de derechos de autor. Consideramos necesario fomentar la publicación de libros en lenguas locales o minoritarias y nos sentimos identificados con los editores que editan en ellas.

Pedimos la revisión del Acuerdo de Florencia. No nos oponemos al principio de la libre circulación de los libros, pero desgraciadamente, y de manera muy seguida, esta desfavorece los mercados y las industrias locales y nacionales. Deben haber compensaciones tendientes a corregir el intercambio desigual entre países fuertemente exportadores de libros y países mayormente importadores.

Hacemos un llamado a las asociaciones e instituciones que realizan donaciones de libros para que su actividad no afecte de modo negativo la edición local. Creemos que se debe revisar de manera urgente esta actividad y sus mecanismos, buscando darle a la donación de libros una nueva significación, una visión moderna.

Es imperativo que los editores independientes puedan acceder a las compras estatales en sus países. La edición de textos debe confiarse de manera prioritaria a los editores locales independientes, por un lado para favorecer el desarrollo económico del sector y por otro porque es esencial que los contenidos y los libros sean concebidos y producidos localmente.

Pensamos que es esencial que se establezcan sistemas fiscales favorables a la industria del libro. En particular impuestos reducidos y máximas exoneraciones impositivas para la importación de los insumos necesarios a la fabricación del libro. Deploramos el hecho de que el Protocolo de Nairobi no haya sido firmado, ratificado o respetado por todos.

Reafirmamos nuestra convicción en la interdependencia con los demás actores del mundo del libro: autores, traductores, libreros, bibliotecarios. Somos conscientes que nuestro porvenir está estrechamente vinculado, muy en particular, al de los libreros independientes. No olvidamos que ellos son, al igual que los editores independientes, agentes culturales y sociales fundamentales para la información y la formación de las personas. Editores y libreros deben trabajar mancomunadamente para hacer conocer su independencia y el significado de la misma.

En algunos países la distribución del libro se encuentra en plena desregulación debido a la concentración, lo que amenaza toda la cadena del libro. Hacemos un llamado para que sean reguladas las estructuras existentes y para que se creen estructuras alternativas de promoción y distribución.

Las bibliotecas públicas son un eslabón primordial de la cadena del libro, a través de sus adquisiciones deben reflejar la diversidad cultural y facilitar el desarrollo de la edición local al mismo tiempo que cumplir su papel social de formador de lectores.

Es fundamental que se elaboren y apliquen leyes equilibradas en el ámbito de los derechos de autor, leyes que a la vez de proteger el derecho de los creadores garanticen el acceso al conocimiento. Se trata, fundamentalmente, de impedir el monopolio del conocimiento y una desmesurada apropiación privada del saber. Por otro lado es fundamental el acceso a las nuevas tecnologías ya que estas cumplirán un papel esencial para la bibliodiversidad.

Somos conscientes que al mismo tiempo que reivindicamos y luchamos por nuestros derechos debemos comprometernos a cumplir con nuestros deberes y responsabilidades, tanto culturales, sociales como medio ambientales.

Al cabo de estas cuatro jornadas de trabajo en común constatamos nuevamente que nuestra Alianza de editores independientes es un espacio privilegiado para el encuentro, para el diálogo, para el intercambio cultural, para compartir experiencias y conocimientos profesionales, para concebir y poner en marcha proyectos editoriales innovadores, para elaborar acciones de lobby en apoyo a la edición independiente y a la bibliodiversidad. Tenemos conciencia de que somos los primeros actores de nuestros proyectos y reflexiones.

Finalmente hacemos un llamado a los editores independientes de todos los países para agruparse a nivel nacional, regional e internacional, en asociaciones y colectivos que nos permitan defender mejor nuestros derechos y hacer oír nuestra voz. Juntos y con el apoyo de los poderes públicos, los patrocinadores y los organismos internacionales continuaremos en la defensa y promoción de la edición independiente y la bibliodiversidad.

París, miércoles 4 de julio de 2007

38, rue Saint-Sabin – 75 011 Paris (France) – Tel. 00 33 (0)1 43 14 73 66 –

www.alliance-editeurs.org


Lista de firmas


Sindhu ABEBE, Ediciones Sindhu, Etiopía

Nouri ABID, Ediciones Med Ali, Túnez

Joachim ADJOVI, Association Afrilivres, Benín – colectivo de editores independientes que agrupa 55 editoriales del Africa francófona, al sur del Sahara

Silvia AGUILERA, Lom editorial, Chile

Bahman AMINI, Éditions Khavaran, Irán – Francia

Marie-Agathe AMOIKON FAUQUEMBERGUE, Éditions Éburnie, Costa de Marfil

Pascal ASSATHIANY, Éditions du Boréal, Quebec – Canadá

Bichr BENNANI, Tarik ediciones, Marruecos

Pierre BERTRAND, Éditions Couleur livres, Bélgica

Dominique BIGOURDAN, Éditions Sang de la Terre, Francia

Joseph BOU AKL, Ediciones Dar Al-Farabi, Líbano

Isabelle BOURGUEIL, L’or des fous éditeur, Francia

Indu CHANDRASEKHAR, Tulika Books, India

Russell CLARKE, Ediciones Jacana, África del Sur

Sandro COHEN, Editorial Colibrí, México

Gilles COLLEU, Éditions Vents d’ailleurs, Francia

Arielle CORBANI, Éditions de l’Atelier, Francia

Germán CORONADO, Ediciones Peisa, Perú

Anna DANIELI, Ediciones Trilce, Uruguay

Héctor DINSMANN, Libros de la Araucaria, Argentina

Serge DONTCHUENG KOUAM, Presses Universitaires d’Afrique, Camerún

Jacques DOS SANTOS, Edições Chá de Caxinde, Angola

Iñaki EGAÑA, Editorial Txalaparta, País Vasco – España

Fatma EL BOUDY, Elain Publishing, Egipto

Jose Mari ESPARZA, Editorial Txalaparta, País Vasco – España

Marc FAVREAU, The New Press, Estados Unidos de América

Araken GOMEZ RIBEIRO, Editora Contra Capa y Liga Brasileira de Editores (LIBRE), Brasil – colectivo de editores independientes que agrupa 100 editoriales

Müge GURSOY SOKMEN, Ediciones Metis, Turquía

Agnès GYR-UKUNDA, Éditions Bakame, Ruanda

Sofiane HADJADJ, Éditions Barzakh, Argelia

Pablo HARARI, Ediciones Trilce, Uruguay

Susan HAWTHORNE, Spinifex Press, Australia

Jutta HEPKE, Éditions Vents d’ailleurs, Francia

Dorothée-Gérard HOUESSOU, Les éditions du Flamboyant, Benín

Federico IBÁÑEZ, Asociación Bibliodiversidad, España – colectivo de editores independientes que agrupa 129 editoriales

Guido INDIJ, La marca editora y Los Editores independientes de Argentina por la diversidad bibliográfica (EDINAR), Argentina – colectivo de editores independientes que agrupa 33 editoriales

Yasmin ISSAKA, Éditions Graines de pensées, Togo

Aline JABLONKA, Éditions Charles Léopold Mayer, Francia

Ivana JINKINGS, Boitempo Editora, Brasil

Renate KLEIN, Spinifex Press, Australia

Hamidou KONATÉ, Éditions Jamana, Malí

Octavio KULESZ, Libros del Zorzal, Argentina

Béatrice LALINON GBADO, Éditions Ruisseaux d’Afrique, Benín

Alvaro LASSO, Ediciones Estruendomudo, Perú

Anne LIMA, Éditions Chandeigne, Francia

Sami MENIF, Cérès éditions, Túnez

Ritu MENON, Ediciones Women Unlimited y Independent Publishers’ Group, India – colectivo de editores independientes que agrupa 10 editoriales

Anita MOLINO, Federazione Italiana degli Editori Indipendenti (FIDARE) Italia – colectivo de editores independientes que agrupa 87 editoriales

Julie MONGEAU, Les éditions écosociété, Quebec – Canadá

Auguste MOUSSIROU-MOUYAMA, Les éditions du Silence, Gabón

Pablo MOYA, Alianza de editoriales mexicanas independientes (AEMI), México – colectivo de editores independientes que agrupa 15 editoriales

Aïda et Nabil MROUEH, Éditions Al-Intishar, Libano

Jean-Claude NABA, Sankofa & Gurli éditions, Burkina Faso

Abdeljalil NADEM, Éditions Toubkal, Marruecos

Lidio PERETTI, Editora Vozes, Brasil

José Antonio QUIROGA, Plural Editores, Bolivia

Claude RABENORO, Éditions Tsipika, Madagascar

Marie-Michèle RAZAFINTSALAMA, Presse Edition et Diffusion, Madagascar

Jean RICHARD, Éditions en bas, Suiza

Juan Carlos SÁEZ, Asociación de editores independientes, universitarios y autónomos de Chile (EDIN), Chile – colectivo de editores independientes que agrupa 35 editoriales

Rodney SAINT-ÉLOI, Éditions Mémoire d’encrier, Haïtí – Canadá

Asdrúbal SÁNCHEZ, Editorial Laboratorio Educativo, Venezuela

André SCHIFFRIN, The New Press, Estados Unidos de América

Virginie SÉGUINAUD, Éditions Donniya, Malí

Abdulai SILA, Ku Si Mon Editora, Guinea Bissau

Paulo SLACHEVSKY, Lom Editorial, Chile

Bernard STEPHAN, Les éditions de l’Atelier, Francia

José TAVARES, Editora Campo das Letras, Portugal

Roger TAVERNIER, Éditions Emina Soleil, Francia

Susannah TREFGARNE, Zed Books, Reino Unido

Abdón UBIDIA, Editorial El Conejo, Ecuador

Marcelo URIBE, Ediciones Era, México

Jacqueline WAGENSTEIN, Colibri Books, Bulgaria

Cristina WARTH, Pallas Editora, Brasil

XUE Kuisong, Ediciones Sanlian, China

Monday, August 06, 2007

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA VOZ ENTRE EL SUGERIR Y EL MOSTRAR

Sobre Opendoor de Iosi Havilio
(Entropía, 2006)

por Solana Schvartzman

Al leer Opendoor, la ópera prima de Iosi Havilio, en seguida me vinieron a la mente las siguientes palabras de Eduardo Grüner: “Si hay un imperativo ético para la poesía y el arte (…) es la de no dejar de buscar esa representación… pero guardarse muy bien de encontrarla. Es la reivindicación simultánea del anhelo y la imposibilidad: y ya sabemos muy bien lo que nos advirtió Freud sobre la satisfacción del Deseo: que es siniestra.”(1)

En Opendoor conviven dos sensaciones distintas. Por un lado la sensación de una búsqueda siempre frustrada: montones de enigmas no resueltos, empezando por la voz de una protagonista que no tiene nombre y que se nos presenta más como configurada por los hechos que como propietaria de su accidentado andar. Por otro lado, y en paralelo, nos encontramos con la sensación de que la novela mete el dedo en la llaga, muestra en forma siniestra lo que a veces parecería mejor no ver: el modo en que un cuerpo suicida cae al suelo, el rostro de un cadáver, el beso entre dos hermanos.

El desamparo que produce esa búsqueda siempre frustrada se sostiene con el paso firme de lo obsceno. Y, a su vez, la morbosa satisfacción de todo deseo se transforma en soportable al convivir con el constante enigma no resuelto.

La novela de Havilio presenta, en veintiún capítulos y un epílogo, el relato de una joven estudiante de veterinaria enviada a un campo cercano al psiquiátrico de Open Door para diagnosticar el tumor de un caballo. A partir de esta visita y luego de la enigmática desaparición de su novia Aída, la protagonista comenzará a involucrarse con Jaime, el dueño del caballo, y también con el lugar y los personajes que lo habitan. Irá cobrando importancia la historia del psiquiátrico fundado por Cabred y aparecerá Eloísa “esta pendeja, bruta, hermosa, elemental, que sólo pienso en tocar, tocar y tocar”.

La novela presenta entonces el proceso de traslado al campo de la protagonista y mientras esto sucede, a la par de sus continuas visitas a la morgue para observar si distintos cuerpos coinciden o no con el de Aída, se deja entrever en el relato la configuración de una voz y de una identidad.

Todo lo que sucede en la vida de la protagonista parece fruto de un “dejarse llevar”: fue por accidente que conoció a Aída, casi como por accidente es que se dejó abrazar y es así que un día resolvió mudarse con ella “sin pensarlo mucho”. De la misma forma en que un día esa mujer entró en su vida es que la vemos irse: tras un paseo por La Boca, Aída entra en el baño de un bar, la protagonista se cansa de esperar y se va a fumar porro con unos chicos, cuando vuelve, Aída ya no está, tampoco se sabe nada de ella en los siguientes días. Pero a nuestra estudiante de veterinaria esto no parece inquietarle demasiado, ni siquiera cuando la desaparición de su novia parezca coincidir con el suicidio que presenció esa misma tarde por el barrio de La Boca.

La indiferencia de la protagonista también parecería primar en su relación con Jaime: llega en principio para diagnosticar al caballo y luego se va quedando porque, dice, no tiene a donde ir. Sin embargo, este hombre tan poco deseado se va transformando en un lugar de pertenencia: al principio cuando la va a buscar a la estación de Luján ella declara “me sentí protegida” y poco a poco, mientras reconstruye la historia del psiquiátrico, comienza a sentir que ese lugar que comparte con Jaime, es, y de hecho así la llama, su casa.

La indiferencia que caracteriza al personaje, y que genera la sensación de que sólo es posible bordearlo sin lograr llegar a él, convive con la presencia de lo carnal, erótico y morboso, en donde se muestra a las cosas en carne viva. En este sentido es posible pensar la actitud de la protagonista ante el suicidio que presencia en el barrio de La Boca. Allí, a diferencia de una vieja que se tapa los ojos y le advierte “No mires, nena, no te vas a olvidar nunca más”, la protagonista dice “Y yo miro, no puedo dejar de mirar”. Algo parecido sucede en su primera visita a la morgue: mientras una vieja cuenta asustada “Dicen que tengo que ser fuerte porque el cuerpo está bastante descompuesto”, nuestra narradora vuelve a tomar la actitud contraria, y tras ver el primer cadáver, declara “Me agarra el morbo, quiero ver más”.

Ver el momento en que el cuerpo cae, ver el cadáver: nada se sugiere, se muestra; no se bordea al hecho sino que se lo toca. En esta línea podemos entender al personaje de Eloísa, quien despliega un siniestro erotismo que invade toda la novela. El baile que inicia con Guido, su hermano, la coloca en esta dirección: “Guido se animó a hacer que la manoseaba, sin llegar a tocarla, como un aspirante a mimo. Eloísa empinaba el culo y paraba sus tetitas para alcanzar las manos indecisas de su hermano. (…) Eloísa tomó la iniciativa: sacudió a su hermano por los hombros, (…) y le estampó un beso mojado en esa boca incrédula. Un beso bestial, interminable. Guido se puso blanco, sus amigos dejaron de aplaudir, los ojos desorbitados.”

Opendoor se encuentra llena de enigmas que no se resuelven, entre ellos: cuál es el nombre de la protagonista, qué fue lo que en realidad le sucedió a Aída, y si es pura casualidad que uno, entre tantos, de los enigmáticos personajes de la novela se llame Boca, igual que el barrio en donde sucedió el suicidio que presenció la protagonista.

La novela despliega los enigmas pero no las respuestas y la sensación de desamparo que esto genera se mezcla con la propia desolación del personaje, tan indiferente que no termina de saberse muy bien qué es lo que en verdad le sucede, como si sólo se lo pudiera bordear sin comprenderlo, sin tocarlo, sin saber siquiera su nombre. Pero, por suerte, el merodeo contrarresta con la muerte y el sexo que la novela muestra en carne viva, que deja a todos en silencio, aboliendo toda posibilidad de insinuación.

La protagonista y su relato, en apariencia débil, se dejan llevar. Pero la fuerza de los hechos e imágenes junto con la configuración del campo, “un rompecabezas cuyas partes podía unir cada vez que parpadeaba”, y la historia del psiquiátrico que se va armando a través de los fragmentos de aquel libro, van construyendo lo narrado y a la voz que narra, dándole vida al relato e identidad al personaje.

Thursday, August 02, 2007

Opción Libros 5ª edición:

Opción Libros, lanza su quinta convocatoria.

El objetivo de este programa de Fomento a la Diversidad Bibliográfica es auspiciar y difundir la tarea de las pequeñas y medianas editoriales, facilitando la llegada y promoción de sus títulos en las librerías adheridas.

En marzo de este año –en el marco de la 1ª Noche de Librerías– presentamos la 4ª edición de Opción Libros. Para esta convocatoria continuaremos entregando una antología de literatura argentina a elección por cada libro del catálogo que se venda.

Teniendo en cuenta la gran producción editorial destinada al público infantil, decidimos incorporar, en esta convocatoria, un quince por ciento de libros pertenecientes a editoriales exclusivamente abocadas a las ediciones infantiles.


Modalidad de procedimiento:

Las editoriales interesadas deberán proponer un máximo de siete títulos para ser evaluados por el Consejo Asesor del programa.

Recuerden que los libros tienen que haber sido editados en el transcurso de 2007.

Deben presentar una carpeta conteniendo la siguiente documentación:

1. Datos de la Editorial (razón social, teléfono, mail, página Web y responsable).
2. Último catálogo impreso.
3. Una nota en donde se justifique la presentación de los títulos propuestos;
4. Tres copias del o de los ejemplares propuestos
5. Un resumen de cada una de las obras propuestas.



Recepción del material: Programa Opción Libros. Subsecretaría de Industrias Culturales: Lima 221, 2º piso.

Nota: La carpeta conteniendo la documentación y los ejemplares que serán distribuidos entre los miembros de los Consejos Asesores no serán devueltos.

Temática:

Opción Libros 5ª edición:

Arte, (Auto) Biografía, Ensayo, Crítica literaria, Narrativa, Teatro, Poesía, Epistolario, Historia, Filosofía, Infantiles.

Período y cantidad

El Consejo Asesor evaluará las propuestas de cada editorial y seleccionará de 30 a 40 títulos para formar parte del catálogo de Opción 5ª edición.

Criterios para evaluación (sujeto a sugerencias del consejo asesor)

1. Para producción nacional:

* Rescate (libros de difícil acceso porque no se han reeditado desde hace mucho tiempo).
* Impulso a nuevos creadores.
* Aporte a la diversidad (títulos que las grandes editoriales no publican, pese a la calidad del material).
* En el caso de textos académicos o de divulgación, se privilegiarán aquellos títulos que propongan miradas nuevas sobre distintas problemáticas contemporáneas o de interés en los tiempos de hoy, o bien nuevos temas que merezcan su divulgación. También se tomarán en cuenta aquellas publicaciones con aval académico (como referatos, comités de asesores, pertenencia a proyectos de investigación de universidades, etc.).

2. Traducciones

* Narrativa/Poesía/Teatro: además de la calidad de la obra traducida, se privilegiará la calidad de la traducción.
* En caso de traducciones de ensayos, se propone la selección de textos que justifiquen su promoción por las temáticas que toquen o bien por la incidencia de los autores a traducir.

3. Literatura Infantil/ Juvenil.

* Se respetarán los mismos criterios generales que para el resto de las editoriales.
* Las editoriales que envíen libros para ser tenidos en cuenta deberán contar con, por lo menos, cinco títulos en circulación.

Cronograma:

* Recepción de proyectos y ejemplares para evaluar: del 23 de julio al 10 de agosto de 2007.
* Resultados del jurado: 24 de agosto.
* Fecha de inicio de la 5ª edición del programa en librerías y difusión mediática: mediados de septiembre (sujeto a modificaciones).



Convenio:

Las editoriales seleccionadas deberán firmar un convenio en donde se comprometan a:

-Presentar 6 (seis) ejemplares además de los títulos seleccionados, que serán distribuidos a los fines de ser reseñados y presentados en distintas ferias a las que se lleve el programa.

-Garantizar la presencia de cada uno de los títulos seleccionados en las librerías adheridas al programa.

-Comprometerse a facilitar la presencia de sus escritores en los medios u otros ámbitos de promoción y convocarlos a realizar reseñas y/o notas de los títulos –de otras editoriales- seleccionados por el Programa.


Contactos:

Por cualquier duda comunicarse con Opción Libros al siguiente teléfono: 5371-4954 o vía e-mail: a opcionlibros@buenosaires.gov.ar.

Wednesday, July 11, 2007

"Un espía en mi corazón": obra inédita de próxima aparición por Entropía.

Fragmento:

Escena segunda:
(El decorado de fondo representa una enorme radio de 1942, tipo catedral, y del dial salen personajes que pasean por la calle con ropa “paqueta” de la época. Fondo musical de tango del ´42. El paso de la gente es altanero. Invierno.)

VOZ DE LA LOCUTORA (eufórica, a la Iris Marga): LR/13, la emisora de la yeta, su punto favorito en el dial, lo acompaña en esta tarde gris..., (feliz) plena de posibles contratiempos y sinsabores, transmitiendo yeta, ¿y por qué no? fraternidad, a los cuatro puntos cardinales del país. ¡Argentina, granero del mundo!, crisol de pueblos y melodías, milonga, tallarines y Lamleseth Walk (comienza a escucharse el Lamleseth Walk y los paseantes se contagian de su ritmo alegre), o sea el último ritmo de la hermana Inglaterra. (Se oye ruido de movimiento brusco del dial.)

VOZ DE LA LOCUTORA: ¡No, no me muevan del dial! (Paran los pasantes.) Inglaterra he dicho, la hermana pecosa, y un poco chorra, pero en fin, no menos hermana que la hermana nazi, la gentil Germania del apuesto Führer; ¡porque nosotros somos neutrales! Como neutral es el astro rey, que brilla para todos. (Se oyen truenos y fuertes ruidos de tormenta.) Claro que hoy no, querido oyente u oyenta, ¡como más cómodo se sienta! (Relámpagos, la gente corre a guarecerse. De pronto... se desprende neblina, aparece ella, disfrazada de hombre con impermeable, pero se sospecha de inmediato porque del chambergo se escapan mechas de pelo rubio. Música de neblina.) No se amilane pueblo, que ya volverá el buen tiempo y mientras tanto ya les empieza la radionovela de la tarde: “Un espía en mi corazón”, protagonizada por la primera actriz. (Ruido brusco de cambio del dial.)

VOZ DEL LOCUTOR (el de la radio El Mundo de los 40 era arquetípico): ...y quienes avistaron el submarino mientras se volvía a sumergir insisten en que se trataba de una embarcación extraña, pintada para camuflarse con el agua cristalina del Plata, es decir pintada de marrón (cambio brusco del dial), pero marrón clarito, no exageremos.
[Viernes 19, 1963]

Querida familia:

Esta mañana recibí carta, qué plato, me decís mamá que para la quinta te gustaría tejido y blusa, exacto lo que te compré. Bueno, tengo una noticia, me decidí y agarré viaje con una oferta de air france, la pensé mucho porque es en el aeropuerto, lejos, pero tan conveniente que me decidí, total si no me gusta busco otra cosa. Me viene regio mientras finiquito la cuestión de mi escrito. Es trabajo de intérprete, sólo cinco horas por día, cinco días a la semana, noventa y cinco dólares semanales para empezar y después de un tiempo 90% de rebaja en cualquier pasaje, es decir que podría ir al Japón ida y vuelta con el sueldo de una semana y media de trabajo! Además se trabaja diez días seguidos (no cinco y dos de descanso como todo el mundo) y después se tienen cuatro días seguidos para volar a cualquier punto, playas! Caribe! Bueno, la cuestión es que me decidí, hoy tuve la entrevista en el aeropuerto y la revisación médica y ya empiezo el lunes. La macana es que queda muy lejos de donde vivo y me parece que me voy a tener que cambiar de casa, qué horror, tan bien que estoy aquí. El barrio más cercano a Idlewild es precioso, todas casas con jardines, no me disgustaría nada vivir ahí ¿pero dónde encuentro otro santo como este cubano? Ya veremos. Hoy pasé por los collares, ya están en mi poder, la vieja ve!28 y se viste en Roma - New York - Hong-Kong, la Marialena. Hice una macana!!! Saliendo de los collares vi una campera para papún y la compré, me pareció muy linda, sobria y de tela muy buena, y el color me gustaba, pero después me di cuenta que aquí se me acostumbró la vista... al negro. Es negra, quedaría bien sobre una camisa de color y sobre los pulloveres, pero negra!!! Plis, sin pérdida de tiempo contéstenme si la cambio o no. En último caso se la pueden vender a Gringo. Pero con papá siempre meto la pata!
Besos

Coco_
Barco, lunes 30 de julio, 11.30 hs.


Querida familia:

Aquí estoy escribiéndoles, rumbo a Santos, que es el primer puerto brasileño que tocamos. Estoy bien y espero que ustedes lo mismo, aunque hoy lunes comerán pan de Guise. Tengo unas cosas que contarles. El viernes el barco zarpó a las 3 de la mañana. Yo después de cenar me acosté (con tres vasos de vino encima) y me dormí enseguida, a la madrugada, entredormido, me di cuenta que el barco ya estaba en movimiento. La estoy pasando muy bien, la gente de la cabina es muy buena y servicial, hasta ahora no se ha bañado ninguno, pero el extractor de aire no deja sentir nada. En la ducha nunca hay que hacer cola, pues jamás hay nadie, hasta ahora no he visto a nadie dirigirse a la ducha. El sábado a las 2 de la tarde bajé en Montevideo por cuatro horas y pico. Me di una gran vuelta en tranvía y trolley y después no aguanté la tentación de ver “Locura de verano”, con K. Hepburn. Muy linda, pero me cayó mal pues es toda de despedidas. Montevideo me gustó mucho, muy irregular con perspectivas que cambian siempre por la posición del río que la recorta toda, gente se ve poca y toda pobre. A las playas no fui porque era un día helado y de agua estoy hasta la coronilla. Ayer domingo en cambio fue un desastre, el barco empezó a bailar y a todos nos vino un mal de mar brutal. Tuve que estar acostado todo el día hasta la tarde que el mar calmó y bajé a cenar. Hoy sigue calmo. Ayer vomité un poquito de jugos a la mañana y después en la cama me sentí perfectamente, claro que cada tentativa de levantarme me mareaba y de vuelta a la cama. Me mantuve hasta la noche con una manzana y unos bizcochitos.
Parece que el tramo peor ya lo pasamos.

16.30 hs.
Recién termino de tomar el té. Por suerte a las cuatro siempre me dan una taza de té con bizcochos sin recargo. Las extras son carísimas. Ahora estamos pasando el Golfo de Santa Catalina, el temible, pero por suerte lo agarramos con buen tiempo y el barco ni se mueve. La comida es sin gusto pero muy sana y abundante, menos mal que a partir de Río arman la pileta pues si no me iba a inflar. Estoy como atontado, se me pasan las horas volando aunque esté mirando al techo y duermo muchísimo. Debe ser la consecuencia de tantos días de ajetreo. A la de primera todavía no la fui a ver pues hoy quería escribir, mañana tengo Santos y pasado Río. No sé si la carta de ustedes alcanzará a llegar, es muy pronto. La próxima podría ser en Las Palmas pero no sé si habrá servicio aéreo para ahí. De todos modos me parece que una la podría recibir en Génova.
Ahora estamos pasando frente a la Isla de Santa Catalina, a dos kilómetros parece hermosa. La llegada a Montevideo también fue lindísima, desde que se divisa el cerro hasta que atraca. Pienso en los puertos que faltan y me parece mentira. Llegar a estos lugares da una emoción y una alegría enormes. Europa ha de ser ya el colmo. A otra cosa, ya di una camisa a lavar, cobran $7,50!!!! Camisetas y calzoncillos también (cada uno) de modo que me los lavé yo con agua hirviendo y los sequé en las sogas especiales que hay en la borda junto con la toalla grande que ya estaba húmeda. En los momentos que extraño mucho me pongo enseguida a hablar con alguien o a hacer algo pues si no es cuestión de tirarse al agua y volver a nado. En Santos hay excursiones a San Pablo de algunas horas, si hay tiempo me hago la escapada. En Río no pienso ir al cine. Bueno, será hasta la próxima.
Cariños y besos de

Coco_

Tuesday, May 15, 2007

NORMAS DE PARTICIPACION
XVII Feria Internacional del Libro de La Habana

Con la Comunidad Autónoma de Galicia como Invitado de Honor se desarrollará del 13 al 24 de Febrero de 2008 la XVII Feria Internacional del Libro de La Habana. Bajo el lema Leer es Crecer, esta edición estará dedicada a los Premios Nacionales de Literatura Graziella Pogolotti y Antón Arrufat. El evento tendrá lugar en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña, encantador recinto ubicado frente a la bahía habanera, muy cerca de la Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad. Podrán participar todas las entidades vinculadas al mundo de las publicaciones, así como autores, editores, distribuidores, libreros, impresores, agentes literarios, productores de multimedia, periodistas y otros profesionales.

1- ORGANIZACIÓN

1.1- La XVII Feria Internacional del Libro de la Habana es organizada y dirigida por un COMITÉ ORGANIZADOR, siendo este la máxima autoridad de interpretación y reglamentación.

1.2- La Feria Internacional del Libro de la Habana será regida por las Normas de participación que serán de obligatorio conocimiento y cumplimiento por los participantes.

1.3- La violación de lo dispuesto en las presentes Normas puede ser objeto de cancelación del contrato.

2- PARTICIPACIÓN:

2.1- El EXPOSITOR deberá llenar y enviar la Solicitud de Inscripción a la FILH antes del 1 de diciembre del 2007 para

garantizar que sus datos sean incluidos en el Catálogo de Expositores.

2.2- El EXPOSITOR deberá enviar junto a la Solicitud de Inscripción a la FILH los datos del rótulo identificativo del stand (no contendrán logotipos o emblemas) para la confección del Frontis del Stand con no más de 20 caracteres.

2.3- El COMITÉ ORGANIZADOR se reserva el derecho de seleccionar a los Expositores que participarán en la FERIA, previa solicitud por parte de estos.

2.4- La asignación de los STANDS se realizará por el COMITÉ ORGANIZADOR, el cual tomará en consideración la solicitud del EXPOSITOR. De no ser posible satisfacerla se le ofertará uno distinto al solicitado, pudiendo el EXPOSITOR aceptar dicha propuesta o abstenerse de participar en el evento.

2.5- Los expositores tendrán preferencia para reservar espacios de presentaciones en el Programa General de la FERIA. Para ello someterán su solicitud antes del 1 de diciembre del 2007 a la aprobación del COMITÉ ORGANIZADOR. De los títulos que se presenten en el marco de la FERIA, se enviarán no menos de 300 ejemplares para la venta en moneda nacional por cada presentación.

2.6- Las entidades que deseen participar en calidad de Profesionales enviarán su solicitud con los datos correspondientes al COMITÉ ORGANIZADOR de la FILH antes del 12 de enero de 2008.

2.7- Para participar en la FERIA se debe presentar el Certificado de Acreditación de la entidad ante la Cámara de Comercio, fotocopia de la Creación o Acta Constitutiva de la Entidad, fotocopia de la cédula de ciudadanía del representante legal, y Documento de Identificación Fiscal de la Empresa, junto a la Planilla de Inscripción.

2.8- No se permitirán la exhibición, presentación, comercialización o promoción de publicaciones que de alguna manera viole los derechos de autor y del editor, ediciones clandestinas o piratas, ni las que habitualmente son rechazadas por la práctica internacional y por la legislación nacional vigente, así como otros productos culturales que no tengan ISBN o ISSN.

2.9- La literatura infantil y juvenil a exhibir y comercializar debe ser variada y sus contenidos incentivar la sensibilidad a partir de historias e imágenes autóctonas de las diferentes culturas, además promuevan valores universales. Pueden ser ediciones nacionales y/o de literatura universal, con el fin de evitar el efecto colonizador de símbolos infantiles promovidos por las grandes transnacionales de la comunicación.

2.10- Con la finalidad de mantener el prestigio alcanzado por esta FERIA, en el caso de la literatura para adultos los títulos a exhibir deben promover iguales valores a partir de obras de alto nivel cultural y literario.

2.11- La mercancía enviada a la FERIA que no cumpla con los requisitos expuestos en los acápites 2.8, 2.9 y 2.10 será retenida en la Aduana con el fin de reexportarse a su lugar de origen por el EXPOSITOR antes del 7 de marzo de 2008, o de lo contrario será declarada en abandono.

2.12- El EXPOSITOR deberá abonar el monto correspondiente a los gastos asociados a la internación de mercancías, transportación del aeropuerto o puerto al Recinto ferial y su almacenamiento como requisito previo a su entrega.

2.13- El COMITÉ ORGANIZADOR se verá en la obligación de retirar de la FILH a cualquier EXPOSITOR o a su representante que lleve a cabo hechos u acciones que dañen la integridad del evento, quebranten su armonía o alteren las actividades del resto de los Expositores.

3- CONTRATACIÓN Y PROCEDIMIENTO DE PAGO:

3.1- La Solicitud de Inscripción deberá ser enviada al COMITÉ ORGANIZADOR antes del 31 de octubre del 2007 junto con el 50% del importe total del alquiler del espacio requerido, que será de $110.00 CUC por m². El resto de la tarifa se abonará antes del 1 de diciembre del 2007. El EXPOSITOR que no realice su pago de liquidación de STAND antes de la fecha límite establecida en las Normas de participación, perderá el derecho que le concede su reservación.

3.2- Si el EXPOSITOR paga antes del 31 de Octubre del 2007 la tarifa completa, se beneficiará con un descuento del 11% de importe del m².

3.3- El espacio sin montar tiene un precio de $80.00 CUC por m² y se establece un mínimo de 25 m².

3.4- El pago se podrá realizar mediante transferencia bancaria en cualquier moneda libremente convertible, exceptuando el dólar estadounidense, a través de un banco cuya casa matriz no radique en territorio de los Estados Unidos de Norteamérica, dirigida al Banco Internacional de Comercio S.A. (BICSA), sita en 20 de Mayo y Ayestarán, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, Cuba, a favor de INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO, a la cuenta No. 32101210600. Copia de los documentos bancarios deberán ser enviados vía fax (537- 833 34 41) al COMITÉ ORGANIZADOR dentro de las 72 horas de haber ordenado la transferencia.

3.5- Las tarifas antes mencionadas incluyen:

- 9 repisas (c/6 m²) - inclusión en el Catálogo de Expositores (fecha límite 1/12/07)

- 1 mesa (c/6 m²) - rótulo de la entidad (hasta 20 caracteres)

- 2 sillas (c/6 m²) - almacén general hasta el montaje

- 2 spotlights (c/6 m²) - toma corriente de 110 volt

- 2 credenciales (c/6 m²) - limpieza fuera del área del stand

- iluminación general - vigilancia fuera de horario de FERIA

3-6- Política de cancelación:

La cancelación de su stand motivará el reembolso de los anticipos a la FILH 2008 de acuerdo a las fechas que se indican:

Antes del 1 de diciembre de 2007 Reembolso del 75%
Antes del 15 de diciembre del 2007 Reembolso del 50%
Antes del 30 de diciembre del 2007 Reembolso del 25%


4. CATALOGO DE EXPOSITORES:

4.1- Solo aparecerán en el Catálogo de Expositores aquellas entidades que hayan enviado previamente a la CCL la Solicitud de Inscripción y el pago correspondiente al stand contratado, antes del 1 de diciembre del 2007.

5- ALQUILER Y FUNCIONAMIENTO DE LOS STANDS:

5.1- El EXPOSITOR podrá alquilar STANDS modulares con las siguientes dimensiones

- 6 m²

- 12 m²

- 25 m²

- 50 m²

5.2- El EXPOSITOR que desee alquilar solo el espacio deberá enviar el proyecto de diseño al COMITÉ ORGANIZADOR para su aprobación antes del 1 de diciembre del 2007. La altura máxima para el diseño frontal no debe rebasar los 2.80 m.

5.3- Otro diseño que no sea el habitual de la FERIA corre por cuenta del EXPOSITOR pues no está incluido en nuestro presupuesto.

5.4- Según la Legislación vigente en Cuba, las ventas en los STANDS no pueden ser realizadas por personas naturales o jurídicas extranjeras por tanto El COMITÉ ORGANIZADOR brindará gratuitamente el servicio de personal para la venta en el STAND.

5.5- De acuerdo con lo planteado en el acápite 5.4, los expositores extranjeros contarán con personal cubano competente para que lo represente en el acto de comercialización directa con el público, no permitiendo otro tipo de contratación para tales fines.

5.6- Los expositores están en la obligación de circunscribir la venta, exposición, promoción de sus productos, etc. al área interior reservada para su STAND. El COMITÉ ORGANIZADOR se reserva el derecho de desmontar o retirar cualquier elemento decorativo o promocional que considere.

5.7- No podrán utilizarse personas con fines promocionales.

5.8- Si el EXPOSITOR desea sujetar o pegar cualquier material en el piso, paredes, columnas y mobiliario, deberá hacerlo de forma tal que no origine daños, sabiendo de antemano que cualquier perjuicio causado deberá ser cubierto financieramente por el EXPOSITOR.

5.9- Los expositores que instalen sonido ambiental dentro de su STAND deberán tener en cuenta que éste no podrá interferir ni con el sonido que se utilice en la FILH, ni con el de los demás STANDS. El COMITÉ ORGANIZADOR se reserva el derecho de limitar el uso de estos equipos.

5.10- Para el montaje, los participantes acreditados podrán acceder a la instalación a partir del miércoles 6 de febrero a partir de las 8:00 a.m. hasta el martes 12 de febrero a las 6:00 p.m. El desmontaje se realizará a partir del lunes 25 de febrero a partir de las 8:00 a.m. hasta el miércoles 27 de febrero a las 6:00 p.m.

5.11- El EXPOSITOR podrá acceder al Recinto ferial a partir del miércoles 6 de febrero, recibiendo del COMITÉ ORGANIZADOR los elementos de su STAND, de los que se hará responsable al firmar el Acta de Entrega.

5.12- Por ningún motivo podrán ser retirados los materiales de exhibición, así como los elementos que componen el STAND antes del día y hora señalada, para no dañar la imagen del evento.

5.13- El COMITÉ ORGANIZADOR podrá dejar sin efecto el derecho de uso del STAND que tiene el EXPOSITOR, sin reembolso a su favor, cuando el mismo no haya montado y/o instalado su STAND antes de las 6:00 p.m. del día previo a la inauguración del evento.

5.14- Área Expositiva permanecerá abierta en el horario de 10:00am a 6:00pm de lunes a viernes. Los sábados y domingos comenzará a las 9:00am. Los expositores garantizarán su presencia treinta minutos antes de la apertura de la FERIA. Los horarios mencionados deberán ser respetados.

6- SEGURIDAD:

6.1- El EXPOSITOR presentará al Jefe de Seguridad del Recinto ferial el inventario de los bienes que utilizará en su STAND durante el período de la FERIA. Al concluir el evento, conciliará dicho inventario y recibirá el Visto Bueno de su Jefe de Pabellón como constancia para poder retirarlos.

6.2- La vigilancia dentro del Recinto ferial será garantizada por las autoridades de éste, en coordinación con el COMITÉ ORGANIZADOR, desde media hora antes de la entrada del público, hasta media hora después del horario de cierre, por lo que este servicio no sustituye el cuidado que cada EXPOSITOR deberá tener con sus materiales durante el tiempo de apertura al público y en las etapas de montaje y desmontaje.

6.3- El COMITÉ ORGANIZADOR recomienda no dejar dinero, documentos importantes o valores en el STAND durante su ausencia, ya que la FILH no se hace responsable de las pérdidas o daños.

6.4- No se podrá introducir ninguna sustancia inflamable, combustibles, juegos pirotécnicos o cualquier sustancia peligrosa, así como introducir e ingerir dentro del STAND bebidas alcohólicas o presentarse en estado de ebriedad, así como fumar en áreas techadas.

6.5- La credencial que entregue el COMITÉ ORGANIZADOR de la FILH es el único documento de identificación para el personal participante en el evento, es personal e intransferible. Deberá llevarse en un lugar visible y mostrarse cuando se solicite.

6.6- Por razones de seguridad los embalajes no podrán permanecer en el STAND a la vista del público durante el horario de exhibición.

7- ATENCIÓN A EXPOSITORES:

7.1- La FERIA cuenta con un Centro de Acreditación y Atención a Expositores para brindar servicios a expositores, profesionales o invitados, relacionados con la información, acreditación, contratación, cobro, trámites de aduana, de almacenes, alquiler de mobiliario, equipos, luminarias y otros elementos de montaje adicionales, así como un servicio de traducción y acceso a Internet.

7.2- Si el EXPOSITOR necesita de equipos y medios para ser utilizados en su STAND deberá solicitarlo al COMITÉ ORGANIZADOR de la FILH antes del 13 de enero de 2008.

8- ACREDITACION:

8.1- La acreditación de los participantes se realizará directamente en el Centro de Acreditación y Atención a expositores a partir del lunes 4 de febrero a las 9.00 horas.

8.2- Los expositores tienen derecho a un número de credenciales, según el espacio alquilado:

1. 2 credenciales - stand de 6 m².
2. 4 credenciales - stand de 12 m².
3. 8 credenciales - stand de 25 o más m².

8.3- Los Profesionales que deseen participar de las actividades de la FERIA que no requieran invitación, también podrán adquirir su credencial al precio de $20.00 C.U.C para extranjeros y para los nacionales $ 30.00 C.U.P.

9- RESPONSABILIDAD CIVIL:

9.1- El carácter de la participación de los Expositores, así como sus derechos y obligaciones, serán recogidos en el CONTRATO que se concertará al efecto entre el EXPOSITOR y el COMITÉ ORGANIZADOR.

9.2- El COMITÉ ORGANIZADOR podrá realizar las modificaciones convenientes a las presentes Normas de participación con el fin de asegurar el mejor desarrollo del evento.

9.3- La solicitud de participación en el evento por parte del EXPOSITOR significa que asume las Normas de participación para expositores y que las acepta sin ninguna restricción ni condición de su parte.



10- ENVIO DE MERCANCÍAS, OBJETOS PROMOCIONALES Y OTROS MATERIALES:

10.1- ARTEX S.A, que es el representante oficial del COMITÉ ORGANIZADOR para todo lo relacionado con los trámites aduanales y el acarreo de la mercancía, se responsabiliza, a cargo del EXPOSITOR, de la extracción de la mercancía desde el puerto/aeropuerto hasta el almacén de la FERIA y tramita a solicitud del EXPOSITOR la reexportación hacia el país de origen de la mercancía no comercializada.

10.2- La documentación relativa al envío de mercancías con destino a la XVII Feria Internacional del Libro de La Habana deberán consignarse a nombre de:

XVII Feria Internacional del Libro, ARTEX S.A.

Departamento de Trámite Aduanal. COMERCIAL LAUROS

5 ta Avenida, No. 8010, esq.82, Miramar, Playa,

Ciudad de La Habana, Cuba.

Telef.: (537) 2040636 / 2042710 Fax: (537) 2042033

E-mail: clauros@artex.cu

10.3- La mercancía se envía en condiciones CIF o CIP Habana y la forma de pago de su transportación es “prepago” en origen. De embarcarse con pago en “destino” esta no será extraída hasta tanto el EXPOSITOR se persone para su pago en la línea aérea o naviera elegida.

10.4- Las mercancías serán recibidas por el Punto Aduanal de Ferias y Exposiciones y recepcionadas en el Almacén del

Recinto Ferial desde el 10 de enero del 2008 hasta el 10 de febrero del 2008. Después de esta fecha el Comité Organizador

no garantiza los trámites de admisión de mercancías.

11- DISPOSICIONES ADUANALES:

11.1- Los gastos correspondientes a trámites aduanales para internación de mercancía, su transportación y almacenamiento serán facturados por el EXPOSITOR en el momento de su llegado al Recinto, debiendo liquidar el mismo como condición previa a su entrega.

11.2- Al término de la FERIA la mercancía no comercializada puede ser reexportada al país de origen del EXPOSITOR u otro que el mismo determine. Para ello podrá contar con el servicio de trámite aduanal y transportación de ARTEX S.A. radicado en el Recinto, para lo cual presentará, junto a la mercancía, las facturas y otros documentos necesarios y abonará los costos de dichas operaciones. De no realizarse ninguna gestión al respecto será declarad en abandono.

12. PAQUETES ESPECIALES PARA EXPOSITORES QUE INCLUYEN ALOJAMIENTOS, TRASLADOS, SERVICIOS DE GUÍA Y TRADUCCIÓN Y ALIMENTACIÓN, ASÍ COMO PROGRAMAS CULTURALES ESPECIALES PRE Y POSTEVENTOS:

12.1- El COMITÉ ORGANIZADOR ha designado a Paradiso como Turoperador Oficial para la FILH 2008, el cual podrá ser contactado directamente en:

Agencia de Viajes Paradiso (Receptivo Oficial del Ministerio de Cultura de Cuba)

Dirección: Calle 19 No. 560 esquina C, Vedado, Ciudad Habana

Teléfonos: (537) 832-9539 Ext. 22 / 836-2124

E mail: maricary@paradiso.artex.cu

eventos@paradiso.artex.cu

13- SERVICIOS DE VIAJE:

13.1- El COMITÉ ORGANIZADOR de la XVII Feria Internacional del Libro de La Habana ha designado como Transportista Oficial de la FILH a Cubana de Aviación. Para contactar puede dirigirse a las oficinas de Cubana de Aviación en el exterior y para más información:

Víctor Quintana, Especialista en Eventos

Teléfono -Fax: (537)2664517

E mail: victor.quintana@cubana.avianet.cu

www.cubana.cu

13.2- El COMITÉ ORGANIZADOR de la XVII Feria Internacional del Libro de La Habana ha designado como Transportista Oficial del evento para España y otros países de Europa a Air Europa Líneas Aéreas, quien ofrece un descuento especial de la tarifa pública disponible a los clientes que usen su línea aérea para participar en la FILH. Para contactar:

Marina Castillo, Representante en Cuba

Teléfono: (537)2046915/2046914 - Fax: (537) 2046905

E mail: marina.castillo@air-europa.com

www.aireuropa.com

13.3-El COMITÉ ORGANIZADOR de la XVII Feria Internacional del Libro de La Habana ha designado como Transportista Oficial del evento para Suramérica, Centroamérica, el Caribe y Norteamérica a Copa Airlines, quien ofrece un descuento especial de la tarifa pública disponible a los clientes que usen su línea aérea para participar en la FILH. Para contactar:

Aida Abreu, Ejecutiva de Ventas

Teléfono: (537) 2047856/2041111

E mail: aabreu@copaair.com

www.copaair.com

14- SEGUROS:

14.1-La mercancía puede ser asegurada o reasegurada parcial o totalmente por Seguros Internacionales de Cuba S.A. (ESICUBA). El interesado puede dirigirse directamente a ESICUBA, previa información detallada de la mercancía que desea asegurar.

Datos del Asegurador:

Patricia Verges, Director de la Oficina de Ventas. ESICUBA

Dirección: Calle 1ra, No. 155, esquina a C, Vedado,

Plaza de la Revolución, Ciudad Habana, Cuba.

Telef.: (537) 8381512/13 / 8381624/25; Fax: (537) 8381457

E-mail: patricia@esicubaventas.cu

15- OTROS SERVICIOS:

14.1- El EXPOSITOR podrá contar con un servicio de cambio de moneda dentro del recinto ferial a través de las casas de cambio, CADECA, las que funcionarán durante el evento, en el mismo horario de la FERIA. Además existen múltiples bancos y casas de cambio en la ciudad que ofrecen este servicio.

16- CONTACTOS:

■ Atención a Expositores y Contratación de STANDS

Mirtha González Gutierrez - mirtha@ccl.cult.cu

Teresa Estrada González - feria@ccl.cult.cu

■ Presentación de Libros y Programa Profesional

Edel Morales edelmorales@loynaz.cult.cu

■ Programa Artístico

Dolores Nordet dolores@icl.cult.cu

■ Montaje de STANDS

Walfredo Sánchez Pita cid@ceniai.inf.cu

■ Reservación de Hoteles

María Caridad Valdés maricary@paradiso.artex.cu

eventos@paradiso.artex.cu

■ Envíos de mercancía, Trámites aduanales y Transportación.

clauros@artex.cu

jefe@FERIA.aidf.aduana.cu


17. LOS PARTICIPANTES EN EL “BAZAR DE LAS ARTES” DEBEN CUMPLIR ADEMÁS LOS SIGUIENTES REQUISITOS:

17.1- Se permitirá la comercialización de artículos de producción artesanal, quedando prohibida la venta de artículos de producción industrial de cualquier tipo.

17.2- El COMITÉ ORGANIZADOR del evento se reserva el derecho de retirar las mercancías que no cumplan los requisitos previstos.

17.3- El COMITÉ ORGANIZADOR del evento garantizará la presencia de personal cubano competente que represente al EXPOSITOR en el acto de comercialización directa al público, de acuerdo a la Legislación nacional vigente.

17.4- No podrán permanecer en el STAND personas ajenas sin la debida acreditación, ni se empleará fuerza de trabajo adicional a la ya mencionada.

17.5- El EXPOSITOR no podrá ser sustituido por otra persona sin estar autorizado por el COMITÉ ORGANIZADOR de la FILH.

17.6- Al EXPOSITOR que incumpla con estas Normas de participación se le cancelará el STAND y perderá el derecho a una futura participación.

Thursday, May 10, 2007

Thursday, May 03, 2007

LOS ESTANTES VACIOS


Ignacio Molina (Entropía, 2006)
por Sol Echevarría

Los estantes vacíos es un libro compuesto por quince relatos que funcionan como quince piezas de un rompecabezas. Si bien la tapa anticipa que es una compilación de cuentos, lo cierto es que existe una marcada continuidad entre ellos. El cruce de personajes, de historias y de lugares es tal que hasta podría pensarse que se trata de una novela. Cada cuento está compuesto por diferentes fragmentos y, a la vez, cada cuento es un fragmento del libro, como si todo fuera una unidad funcional. Una unidad, por supuesto, despedazada e incompleta, que se puede leer de atrás para adelante o saltando en forma desordenada.

El cruce entre un cuento y otro está dado por los vínculos que se generan entre los personajes a causa de su deambular por la ciudad. A menudo sus vidas apenas se rozan por un instante y luego prosiguen cada una por su camino. El azar cotidiano influye en estos pequeños intercambios que hacen que la mirada del narrador zigzaguee entre distintas historias. Así, sigue los pasos de un chico que va a comprar algo al kiosco y, zás! luego vemos al chico alejarse a través de los ojos del kiosquero, quien se convierte inmediatamente en el foco del relato. En este vaivén narrativo predomina un interés fugaz y algo caprichoso gracias al cual el relato diverge constantemente.

Este desplazamiento de perspectivas produce una visión panorámica fragmentada. Una vuelta al día en ochenta mundos donde cada personaje tiene una óptica determinada y una historia particular, aunque ésta permanezca apenas esbozada. El resultado es un rompecabezas imposible, ya que nunca se puede reponer la totalidad de las historias que se narran. Hay elipsis, piezas sueltas y repeticiones. Queda una mirada desecha, similar a la que se obtiene al observar a través de un calidoscopio.

Se produce un texto espiralado en donde las historias se entrecruzan. Los nombres de los personajes ya leídos resuenan en cada cuento como un eco, a veces difícil de restablecer. Vuelven a la memoria como un chispazo, como una resonancia de algo olvidado. La errancia de los personajes es la que estructura el relato. Estos nuevos flaneurs del segundo milenio recorren la geografía concreta y bien delimitada de Buenos Aires, sobre una calle o avenida en particular. Ese hincapié en el detalle cartográfico pareciera trazar una flecha que apunta a la realidad como su blanco principal.

Los personajes son, casi todos, veinteañeros que se hunden en siestas desordenadas, conversaciones triviales y se dedican a dar vueltas por la ciudad. Por momentos parecieran incluso no decidir sobre su destino. Hay cierta inercia en la manera que tienen de desplazarse por el mundo. Se entregan al azar como si fueran pequeños autómatas. Duermen, comen, conversan, deambulan y vuelven a sus casas. Están enmarcados en una cotidianidad de quehaceres domésticos y de acciones banales, apenas atravesada por conflictos que se disparan tanto a causa de la mirada de un mozo como por una tortuga encontrada en la calle.

Se podría decir que viven en un presente absoluto de no ser por esos flashbacks que remiten constantemente al pasado de los personajes. Un pasado que rara vez se verbaliza para constituirse en un discurso. Se trata más bien de un pensamiento privado o de una reposición del narrador, pero nunca de un tema de conversación. De hecho, cuando los personajes conversan los temas que abordan también reproducen cierta trivialidad. A pesar de estar a menudo acompañados, los personajes son más bien solitarios. En su interacción con los otros se comportan casi siempre como completos extraños. Los vínculos que entablan con su entorno son endebles, parecen rotos a causa de cierto despojo emocional. Tampoco su mundo interior está del todo intacto. Las reflexiones no suelen ser profundas sino que reproducen más bien la idea de un desvarío sin epifanías.

El tedio opera como un leit motiv que recorre las páginas. Los personajes se sumergen en el lodo de su día a día, de sus insignificantes paranoias. Un interrogante nunca dicho pareciera flotar en el aire: ¿Hay algo detrás de todo eso? En los estantes vacíos el lector puede percibir la falta de algo que, efectivamente, ya no está.

En este sentido la escritura de Molina se enmarca en una tradición que podría llamarse “nadaísta”. En una entrevista el autor menciona a Raymond Carver, Enrique Wernicke, John Cheever y a Martín Rejtman. También podría agregarse a Antón Chéjov. No es que nada sucede en sus relatos, sino que lo que sucede está propuesto como nada. La repetición, el sinsentido y el tedio muestran a la vida como sueño eterno o, más bien, como pesadilla de la cual no se puede despertar.

Contrario a lo que podría esperarse en relatos de estas características, no abundan las descripciones sino que, por el contrario, predominan las acciones. En tres renglones un personaje se encuentra con un amigo, vuelve a su casa, se duerme, se despierta y sale a desayunar. Todo se sucede a gran velocidad pero todo, en algún punto, carece de importancia puesto que está condenado a la repetición. Este accionar reiterativo produce una sensación de quietud. Algo similar a lo que ocurre en una playa en la que el ir y venir constante de las olas evoca la calma del mar.

La proliferación de historias es tal que a menudo cuesta seguirle el ritmo. Los personajes están vagamente descriptos. Son figuras, casi sombras, que recorren el texto y terminan siendo prácticamente indiferenciados unos de otros. No se narra la historia de grandes héroes, tampoco la de pobres desdichados, sino que cada relato pone en escena los dramas (¿o la falta de dramas?) del hombre común.

Se trata de una simpleza monótona en la que no hay suspenso ni grandes acontecimientos. Reina una tranquilidad empalagosa. Los mismos personajes se aburren y duermen todo el tiempo. Parecieran estar hibernando, como la tortuga que irrumpe en varios de los relatos. Es más, toda la ciudad está durmiendo, su posición horizontal imita la chatura de la trama. Finalmente, cada uno de los relatos se interrumpe de pronto. No hay un desenlace marcado porque ¿cómo ponerle un fin a lo que no sucede?