Wednesday, July 11, 2007

Barco, lunes 30 de julio, 11.30 hs.


Querida familia:

Aquí estoy escribiéndoles, rumbo a Santos, que es el primer puerto brasileño que tocamos. Estoy bien y espero que ustedes lo mismo, aunque hoy lunes comerán pan de Guise. Tengo unas cosas que contarles. El viernes el barco zarpó a las 3 de la mañana. Yo después de cenar me acosté (con tres vasos de vino encima) y me dormí enseguida, a la madrugada, entredormido, me di cuenta que el barco ya estaba en movimiento. La estoy pasando muy bien, la gente de la cabina es muy buena y servicial, hasta ahora no se ha bañado ninguno, pero el extractor de aire no deja sentir nada. En la ducha nunca hay que hacer cola, pues jamás hay nadie, hasta ahora no he visto a nadie dirigirse a la ducha. El sábado a las 2 de la tarde bajé en Montevideo por cuatro horas y pico. Me di una gran vuelta en tranvía y trolley y después no aguanté la tentación de ver “Locura de verano”, con K. Hepburn. Muy linda, pero me cayó mal pues es toda de despedidas. Montevideo me gustó mucho, muy irregular con perspectivas que cambian siempre por la posición del río que la recorta toda, gente se ve poca y toda pobre. A las playas no fui porque era un día helado y de agua estoy hasta la coronilla. Ayer domingo en cambio fue un desastre, el barco empezó a bailar y a todos nos vino un mal de mar brutal. Tuve que estar acostado todo el día hasta la tarde que el mar calmó y bajé a cenar. Hoy sigue calmo. Ayer vomité un poquito de jugos a la mañana y después en la cama me sentí perfectamente, claro que cada tentativa de levantarme me mareaba y de vuelta a la cama. Me mantuve hasta la noche con una manzana y unos bizcochitos.
Parece que el tramo peor ya lo pasamos.

16.30 hs.
Recién termino de tomar el té. Por suerte a las cuatro siempre me dan una taza de té con bizcochos sin recargo. Las extras son carísimas. Ahora estamos pasando el Golfo de Santa Catalina, el temible, pero por suerte lo agarramos con buen tiempo y el barco ni se mueve. La comida es sin gusto pero muy sana y abundante, menos mal que a partir de Río arman la pileta pues si no me iba a inflar. Estoy como atontado, se me pasan las horas volando aunque esté mirando al techo y duermo muchísimo. Debe ser la consecuencia de tantos días de ajetreo. A la de primera todavía no la fui a ver pues hoy quería escribir, mañana tengo Santos y pasado Río. No sé si la carta de ustedes alcanzará a llegar, es muy pronto. La próxima podría ser en Las Palmas pero no sé si habrá servicio aéreo para ahí. De todos modos me parece que una la podría recibir en Génova.
Ahora estamos pasando frente a la Isla de Santa Catalina, a dos kilómetros parece hermosa. La llegada a Montevideo también fue lindísima, desde que se divisa el cerro hasta que atraca. Pienso en los puertos que faltan y me parece mentira. Llegar a estos lugares da una emoción y una alegría enormes. Europa ha de ser ya el colmo. A otra cosa, ya di una camisa a lavar, cobran $7,50!!!! Camisetas y calzoncillos también (cada uno) de modo que me los lavé yo con agua hirviendo y los sequé en las sogas especiales que hay en la borda junto con la toalla grande que ya estaba húmeda. En los momentos que extraño mucho me pongo enseguida a hablar con alguien o a hacer algo pues si no es cuestión de tirarse al agua y volver a nado. En Santos hay excursiones a San Pablo de algunas horas, si hay tiempo me hago la escapada. En Río no pienso ir al cine. Bueno, será hasta la próxima.
Cariños y besos de

Coco_